Variabilidad de la sequía en la Península Ibérica en los últimos 500 años, una aproximación metodológica
La sequía presenta una elevada recurrencia en España debido a sus características climáticas, siendo el principal riesgo natural en términos de impacto económico y ambiental. Por desgracia la sequía es un fenómeno complejo, difícil de cuantificar y analizar debido a sus características diferenciales con otros riesgos como su lento desarrollo, la difícil identificación de sus impactos o su amplia distribución espacial por citar alguno de ellos. El estudio de las sequías en España se ha desarrollado mayormente a partir de los datos de estaciones meteorológicas que cubren, en el mejor de los casos, los últimos 100 años. Sin embargo, este marco temporal es muy corto para estudiar un fenómeno tan complejo. Aumentar el marco temporal en el estudio de las sequías es fundamental para conocer su variabilidad de baja frecuencia, poner en contexto las tendencias observadas en la actualidad, calcular periodos de retorno, evaluar los mecanismos atmosféricos que las controlan, analizar la relación entre los índices de sequía y los impactos en los distintos sectores o evaluar la capacidad de los modelos climáticos para detectar su variabilidad. Por todo ello, DRO500 tiene como objetivo principal caracterizar las sequías ocurridas en la Península Ibérica con una perspectiva temporal amplia a través del desarrollo de nuevas metodologías que permitan analizar conjuntamente datos instrumentales, preinstrumentales y proxies documentales. Esto permitirá analizar los mecanismos atmosféricos que la controlan y sus impactos a largo plazo, así como la capacidad de los modelos para simular su variabilidad. Para desarrollar este objetivo general se plantean 6 objetivos específicos: i) rescatar nuevos datos para el estudio de las sequías en los últimos 500 años; ii) armonizar, combinar y homogenizar las series temporales rescatadas; iii) desarrollar series homogéneas de índices de sequía para los últimos 500 años; iv) analizar la variabilidad de las sequías y los mecanismos atmosféricos que las controlan con una perspectiva temporal larga; v) desarrollar la primera base de datos de impactos de sequía para los últimos 350 años y analizar su relación con los índices de sequía generados; vi) validar modelos climáticos en periodo preinstrumental. El proyecto es altamente innovador ya que propone nuevas metodologías para el estudio de las sequías a partir de fuentes documentales como son: i) el desarrollo y evaluación de un índice de sequías basado en la frecuencia de precipitación; ii) el desarrollo de una metodología que permita transformar la información de proxies documentales de los últimos 500 años en series homogéneas de índices de sequía comparables con los índices usados en el periodo instrumental; iii) el desarrollo de una herramienta que permita la consulta masiva y la extracción de información de prensa histórica con objetivos climáticos. Los resultados de DRO500 permitirán comprender mejor el fenómeno de las sequías en España, lo que permitirá mejorar los sistemas de gestión de este riesgo así como precisar su posible evolución futura.
La sequía presenta una elevada recurrencia en España debido a sus características climáticas, siendo el principal riesgo natural en términos de impacto económico y ambiental. Por desgracia la sequía es un fenómeno complejo, difícil de cuantificar y analizar debido a sus características diferenciales con otros riesgos como su lento desarrollo, la difícil identificación de sus impactos o su amplia distribución espacial por citar alguno de ellos. El estudio de las sequías en España se ha desarrollado mayormente a partir de los datos de estaciones meteorológicas que cubren, en el mejor de los casos, los últimos 100 años. Sin embargo, este marco temporal es muy corto para estudiar un fenómeno tan complejo. Aumentar el marco temporal en el estudio de las sequías es fundamental para conocer su variabilidad de baja frecuencia, poner en contexto las tendencias observadas en la actualidad, calcular periodos de retorno, evaluar los mecanismos atmosféricos que las controlan, analizar la relación entre los índices de sequía y los impactos en los distintos sectores o evaluar la capacidad de los modelos climáticos para detectar su variabilidad. Por todo ello, DRO500 tiene como objetivo principal caracterizar las sequías ocurridas en la Península Ibérica con una perspectiva temporal amplia a través del desarrollo de nuevas metodologías que permitan analizar conjuntamente datos instrumentales, preinstrumentales y proxies documentales. Esto permitirá analizar los mecanismos atmosféricos que la controlan y sus impactos a largo plazo, así como la capacidad de los modelos para simular su variabilidad. Para desarrollar este objetivo general se plantean 6 objetivos específicos: i) rescatar nuevos datos para el estudio de las sequías en los últimos 500 años; ii) armonizar, combinar y homogenizar las series temporales rescatadas; iii) desarrollar series homogéneas de índices de sequía para los últimos 500 años; iv) analizar la variabilidad de las sequías y los mecanismos atmosféricos que las controlan con una perspectiva temporal larga; v) desarrollar la primera base de datos de impactos de sequía para los últimos 350 años y analizar su relación con los índices de sequía generados; vi) validar modelos climáticos en periodo preinstrumental. El proyecto es altamente innovador ya que propone nuevas metodologías para el estudio de las sequías a partir de fuentes documentales como son: i) el desarrollo y evaluación de un índice de sequías basado en la frecuencia de precipitación; ii) el desarrollo de una metodología que permita transformar la información de proxies documentales de los últimos 500 años en series homogéneas de índices de sequía comparables con los índices usados en el periodo instrumental; iii) el desarrollo de una herramienta que permita la consulta masiva y la extracción de información de prensa histórica con objetivos climáticos. Los resultados de DRO500 permitirán comprender mejor el fenómeno de las sequías en España, lo que permitirá mejorar los sistemas de gestión de este riesgo así como precisar su posible evolución futura.