Penetración de Internet en Aragón, Evolución 2004-2007
J.F. Muñoz. Penetración de Internet en Aragón, Evolución 2004-2007. ISBN: 978-84-8380-108-6. Zaragoza: Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad, Gobierno de Aragón, 2008.
El libro expone los resultados la encuesta de hogares-personas, que realiza anualmente el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información (www.observatorioaragones.org), que el autor dirige desde su creación, en el año 2004. La encuesta se divide en tres apartados. En el primero de ellos se analiza, principalmente, el equipamiento informático de los hogares y la conexión a Internet y sus características. El segundo apartado se dedica a los usuarios de Internet, estudiando su número y su distribución dentro del total de la población según distintos criterios socio-demográficos, como edad, sexo, nivel de estudios y nivel de ingresos. También se analizan así los usos que se hacen de la red y las percepciones de los usuarios. El tercer apartado se dedica a los compradores a través de Internet, de los que también se estudia su número de usuarios del comercio electrónico y distribución según los criterios mencionados, así como distintos aspectos de las compras, como la frecuencia, importe, productos o servicios adquiridos y medios de pago utilizados.
En el libro se analizan las brechas digitales existentes en la Comunidad Autónoma de Aragón. Así se dedica un capítulo específico a la brecha de género, que se plasma en que hay un 15% más de hombres usuarios de Internet que de mujeres. Se observa que esta diferencia sólo comienza a ser importante para edades que superan los 45 años y desaparece totalmente en los jóvenes menores de 24 años. Además entre los trabajadores por cuenta ajena y los estudiantes, los niveles de utilización de Internet de mujeres y hombres son muy semejantes. Las diferencias se dan entre los autónomos, jubilados y en las amas de casa. La “brecha digital” entre los géneros también disminuye conforme aumenta el nivel de estudios, de forma que entre quienes tienen el grado de licenciado es sólo del 3%. También son muy similares las actividades que realizan en Internet hombres y mujeres y, para edades por debajo de 35 años, los porcentajes de compradoras y compradores virtuales son casi idénticos. Por ello, se concluye en el libro que el crecimiento vegetativo de la población hará que la actual diferencia vaya disminuyendo.
Una segunda brecha a la que se dedica una atención muy especial es la que existe entre los ámbitos rural y urbano. Se definen como rurales los núcleos de población de menos de 1000 habitantes y se diseña la muestra aumentando su representación, a fin de aumentar la fiabilidad de los resultados obtenidos. De forma sintética cabe decir que se observa una distancia de veinte puntos porcentuales en los principales indicadores si bien, al igual que ocurría en la brecha de género, el porcentaje de usuarios es equivalente para los estratos más jóvenes de la población. Finalmente se analiza la diferencia entre los distintos territorios de la Comunidad Autónoma, que en el estudio se divide en cuatro zonas, Zaragoza capital, Zaragoza resto provincia, Huesca y Teruel, destacando la primera sobre las otras tres, aunque se observa una tendencia a la separación en dos bloques, Zaragoza capital y Huesca por una parte, y Zaragoza resto provincia y Teruel por la otra.
Las encuestas que sirven de base al estudio se realizan en el propio Observatorio, mediante el método CATI (llamadas a teléfonos fijos seleccionados aleatoriamente), siendo del orden de 5.700 las realizadas a hogares y de 2.540 las realizadas a personas.
El libro expone los resultados la encuesta de hogares-personas, que realiza anualmente el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información (www.observatorioaragones.org), que el autor dirige desde su creación, en el año 2004. La encuesta se divide en tres apartados. En el primero de ellos se analiza, principalmente, el equipamiento informático de los hogares y la conexión a Internet y sus características. El segundo apartado se dedica a los usuarios de Internet, estudiando su número y su distribución dentro del total de la población según distintos criterios socio-demográficos, como edad, sexo, nivel de estudios y nivel de ingresos. También se analizan así los usos que se hacen de la red y las percepciones de los usuarios. El tercer apartado se dedica a los compradores a través de Internet, de los que también se estudia su número de usuarios del comercio electrónico y distribución según los criterios mencionados, así como distintos aspectos de las compras, como la frecuencia, importe, productos o servicios adquiridos y medios de pago utilizados.
En el libro se analizan las brechas digitales existentes en la Comunidad Autónoma de Aragón. Así se dedica un capítulo específico a la brecha de género, que se plasma en que hay un 15% más de hombres usuarios de Internet que de mujeres. Se observa que esta diferencia sólo comienza a ser importante para edades que superan los 45 años y desaparece totalmente en los jóvenes menores de 24 años. Además entre los trabajadores por cuenta ajena y los estudiantes, los niveles de utilización de Internet de mujeres y hombres son muy semejantes. Las diferencias se dan entre los autónomos, jubilados y en las amas de casa. La “brecha digital” entre los géneros también disminuye conforme aumenta el nivel de estudios, de forma que entre quienes tienen el grado de licenciado es sólo del 3%. También son muy similares las actividades que realizan en Internet hombres y mujeres y, para edades por debajo de 35 años, los porcentajes de compradoras y compradores virtuales son casi idénticos. Por ello, se concluye en el libro que el crecimiento vegetativo de la población hará que la actual diferencia vaya disminuyendo.
Una segunda brecha a la que se dedica una atención muy especial es la que existe entre los ámbitos rural y urbano. Se definen como rurales los núcleos de población de menos de 1000 habitantes y se diseña la muestra aumentando su representación, a fin de aumentar la fiabilidad de los resultados obtenidos. De forma sintética cabe decir que se observa una distancia de veinte puntos porcentuales en los principales indicadores si bien, al igual que ocurría en la brecha de género, el porcentaje de usuarios es equivalente para los estratos más jóvenes de la población. Finalmente se analiza la diferencia entre los distintos territorios de la Comunidad Autónoma, que en el estudio se divide en cuatro zonas, Zaragoza capital, Zaragoza resto provincia, Huesca y Teruel, destacando la primera sobre las otras tres, aunque se observa una tendencia a la separación en dos bloques, Zaragoza capital y Huesca por una parte, y Zaragoza resto provincia y Teruel por la otra.
Las encuestas que sirven de base al estudio se realizan en el propio Observatorio, mediante el método CATI (llamadas a teléfonos fijos seleccionados aleatoriamente), siendo del orden de 5.700 las realizadas a hogares y de 2.540 las realizadas a personas.